⌛Tiempo de lectura: 5 minutos

Inicio » PSICOLOGIA PARA LA VIDA DIARIA » Agotamiento emocional, ¿yo tengo de eso?

Queridas rubias, morenas, castañas, pelirrojas y de todos los colores, ¿Soy yo o hemos normalizado terminar exhaustas al final del día y hacer que el tiempo para una misma sea un privilegio? ¿Está bien visto acabar agotada y no tener tiempo para nada más? Muy a mi pesar, la respuesta es SÍ.

Lo que escribo a continuación ahora es absolutamente real. Esta conversación la he tenido conmigo misma durante los últimos 7 años de mi vida prácticamente a diario:

«Uf, estoy agotada, y cuando digo agotada es que no me da la vida ni para fregar un plato. Me avergüenza un poco decirlo incluso, pero es que hoy no tengo ni ganas de ducharme. Todo se me hace demasiado cuesta arriba al salir del trabajo. Pero,  ¿Qué me está pasando? ¿De verdad soy tan floja? Trabajo en un despacho, con aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. ¿De qué me estoy quejando? ¿Por qué parece que el resto del mundo tiene una vida maravillosa y yo a penas tengo fuerzas para ir al gimnasio y  hacerme la cena? ¿Qué estoy haciendo mal? 😥»

Sentimiento de culpa y aislamiento.

Inmediatamente a continuación de este relato mental, me sentía invadida por una serie de sentimientos destructivos, de tristeza, de amargura, de mal estar conmigo misma y sobre todo de culpa. Me sentía culpable por todo y me castigaba diciéndome que no tenía fuerza de voluntad para nada sintiéndome inferior al resto de la raza humana que, «aparentemente» (insisto en las comillas), eran capaces de llevar un vida estupenda haciendo todo lo que yo era incapaz por muy absurdo que pareciera: tener tiempo para cocinar y comer sano, ir al gimnasio o salir a pasear,  hacer la compra después del trabajo, mantener la casa limpia, quedar entre semana para tomar algo con amigos o con un ligue y todo con una alegría y entusiasmo que para mi estaban totalmente perdidos.

Durante mucho tiempo creí que el problema era yo. Con el paso de los años, mis vivencias, traumas, problemas y aprendizajes vividos me habían llevado a construir una imagen propia tan perfeccionista, empoderada y absolutamente dependiente de mi misma (con el único fin de sobrevivir) que me hizo creerme que yo era la culpable de todos mis males. Y además, por alguna extraña razón, esa yo también creía que era merecedora de todo lo malo que me pasara ¿WTF?

Por supuesto, en ningún momento se me ocurrió pensar que me estaba ocurriendo algo y que necesitaba ayuda. ¡Que crueles podemos llegar a ser con nosotras mismas! Y os lo dice una que ha pasado la mayor parte de su vida machacándose un día tras otro, sin tregua y sin piedad.

¿Por qué parece que el resto del mundo hace una vida maravillosa y yo a penas tengo fuerzas para ir al gimnasio y  hacerme la cena?

Como os contaba en la introducción, una de las mejores cosas que he hecho en mi vida (junto a dejar de fumar) ha sido ir a terapia con una psicóloga especializada que me ha ayudado a ver la vida de otra manera y a aprender a separar mi propia identidad de los problemas.

En una de las primeras sesiones, después de 40 minutos de monólogo contándole a mi psicóloga todos los males de mi vida y lo malísimo que era el mundo conmigo, me miró y me dijo:

  • Psicóloga: AGOTAMIENTO EMOCIONAL.
  • Yo: La miré extrañada porque me cortara tan brusca y respondí: -¿Qué?-
  • Psicóloga:  No te pasa nada. Lo que tienes se llama Agotamiento emocional.
  • Yo: Con una mirada acusadora en plan «¿Acaso no has escuchado nada de lo que te he contado?» le contesté: ¿Agotamiento emocional? No se que es eso, pero estoy segura que mi problema es bastante más grave que estar simplemente agotada.
  • Psicóloga: El agotamiento emocional es bastante grave. Probablemente tengas otros problemas a resolver, pero «la primera capa de la cebolla» (así es como llamamos al trabajo que realicé, limpiar una preciosa cebolla quitando las capas adheridas) es el agotamiento tan bestia que arrastras desde hace mucho tiempo.

Y efectivamente querida lectora (o lector), mi precioso cerebro estaba soportando un agotamiento emocional tan extremo que había afectado a un área muy amplia de mi vida. El agotamiento emocional no aparece de un día a otro; concretamente en mi caso,  venía producido por una exposición prolongada a niveles muy altos de estrés y largas jornadas de muchas horas seguidas sometida a mucha presión. El puto trabajo, vamos.

Los síntomas del agotamiento emocional pueden diferir de una persona a otra, pero yo sufrí los más comunes, y podría resumirlos así:

  • Agotamiento físico. Me encontraba permanentemente cansada. Aunque mi trabajo lo realizaba la mayor parte del tiempo sentada, la fuerte presión mental hacía que mi organismo acabara exhausto.
  • Insomnio. Tenía problemas importantes para dormir. Era incapaz de «desconectar» la mente. Dormía una media de entre 4 y 5 horas como máximo, despertándome varias veces en la noche.
  • Irritabilidad: Casi siempre estaba de mal humor. Cualquier mínimo desacuerdo con otra persona me hacía estallar y me sentía muy sensible ante las críticas. La paciencia desapareció por completo.
  • Ausencia total de motivación: Todo había dejado de gustarme. Ya no encontraba satisfacción en nada. Perdí absolutamente el interés en todo. Me comportaba como una autómata.
  • Distanciamiento emocional: Me alejé de todo mi círculo cercano de amigos y familiares. Me empezó a importar lo justo mi relación los demás. Me aislé.
  • Dificultades para pensar o hacer cosas sencillas: Tardaba mucho más en hacer lo mismo. En el trabajo me costaba todo el doble. Necesitaba leer dos y tres veces los informes para entender qué estaba leyendo y mi cabeza pensaba a cámara lenta. Era realmente frustrante.

Supongo que a estas alturas del post la siguiente pregunta es: ¿Y cómo te recuperas de un agotamiento emocional tan extremo? Pues la verdad que realmente aún no lo se, porque todavía no me he recuperado del mío. El primer paso que ya he dado es prestar atención a mi actitud para poder modificarla y reducir los niveles de estrés, siguiendo al pie de la letra las pautas indicadas por mi psicóloga.

¡Atención Guapis!😍  No me cansaré de decirlo: siempre siempre siempre ….¡¡¡siempreeeeeeeeeeeeee!!! que creas que necesitas ayuda, acude a un profesional.  Igual que NO nos automedicamos para curarnos una pierna rota, NO debemos automedicarnos para curarnos de cualquier trastorno mental que tengamos.

Os dejo este interesante artículo de @mundopsicologos donde podéis encontrar más información acerca del agotamiento emocional. ¡Seguimos aprendiendo!

Un abrazo queridas. B E S I S💋 

«Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo»
ABRAHAM MASLOW

Imagen de storyset en Freepik

Loading

¿Quieres dejar un comentario? ¡Aquí puedes!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ver más

  • Responsable: Mónica García Ruiz.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.